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El Vaticano Dice Sí a Medjugorje

El Vaticano Dice Sí a Medjugorje

Los Justos

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LOS JUSTOS Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agrade ce que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. El ceramista que premedita un color y una forma. Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. Los justos - Poema de Jorge Luis Borges De esas madrugadas..

Influencia Demoníaca

Era una mañana fría con el sol al viento. El abogado López estaba sentado en su oficina leyendo las últimas noticias de un país quebrado moralmente. Los políticos saboreaban las mieles de sus riquezas mal habidas y el río del tiempo fluía hacia su destino. Leer más LEER MÁS

Nada te turbe, nada te espante

Nada te turbe, nada te espante - Santa Teresa de Ávila   He aquí un bellísimo poema de la pluma de la gran mística española Santa Teresa de Ávila, quien es una de las mejores maestras de la vida espiritual de la Iglesia. Es considerada la primera gran escritora en la lengua castellana, y sus escritos son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección. Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda, La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta. Eleva el pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, Nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, Nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, Todo se pasa. Aspira a lo celeste, que siempre dura; fiel y rico en promesas, Dios no se muda. Ámala cual merece Bondad inmensa; pero no hay amor fino Sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera Todo lo alcanza. Del infierno a

Los Vivos y los Muertos Eliphas Levi

LOS VIVOS Y LOS MUERTOS  Eliphas Levi  Pasando una vez el Cristo por el campo de las tumbas, encontró a un joven que estaba de rodillas y lloraba ante una cruz. Al verle Jesús, se compadeció de su dolor, y aproximándose le dijo: ¿Por qué lloras? Volvióse el joven, y extendiendo la mano respondió: -Mi madre está allí desde hace tres días. -No, hijo mío, tu madre no está ahí. -respondió Jesús- Ahí sólo se ha depositado el último vestido que abandonó; ¿por qué lloras, pues, sobre un despojo inservible? Levántate y marcha; tu madre te espera. El doliente movió tristemente la cabeza y dijo: -No, esperaré aquí la muerte e iré a reunirme con mi madre. -¡La muerte espera a la muerte, y la vida va en pos de la vida! No entristezcas con un dolor egoísta y estéril, el alma de aquella que te ha precedido; no retardes su marcha hacia Dios con tu desesperación y tu inercia. Su amor vive aún en tu corazón, y no la habrás perdido si la haces vivir dignamente en tí. En vez de llorar a tu madre

El Fuego de Macomb

El Fuego de Macomb  Lou Willey estaba en su cocina y notó un humo junto a la estufa, y en la pared apareció una pequeña mancha café que creció rápidamente hasta convertirse en fuego; rápidamente la apagó y así evitó un incendio. Era el 7 de agosto de 1948 y pocos días antes había recibido en su casa a sus sobrinos Wonet y Arthur Jr McNeil, Leer más... El Fuego de Macomb  

Anécdota sobre Juan Pablo II y el comunismo

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Sermón dado por el Padre James Flint OSB con motivo del memorial de san Juan Pablo II, 10/22/2018 Por feliz accidente, yo estaba en Roma para la posesión del papa Juan Pablo II en 1978. Junto con muchos otros, me preguntaba por qué la ceremonia siguió, y siguió, y siguió. Hace sólo una década he aprendido la razón. Los gobernantes comunistas de Polonia, aturdidos y confundidos por la elección de su compatriota como Papa, habían dado su consentimiento para transmitir el evento durante cuatro horas. Ellos se dieron cuenta, a juzgar por la ocasión comparable justo antes, con la posesión del papa Juan Pablo I, que la ceremonia no iba a durar tanto como cuatro horas, y por lo tanto los comentaristas del régimen podrían llenar el tiempo restante con la interpretación oficial marxista de la celebración supersticiosa y su escasa importancia. Juan Pablo II supo interpretar la estratagema del gobierno comunista, así que le dio instrucciones al maestro papal de ceremonias para que, independient